Solo eso. Ni siquiera quiero estar en el agua chapoteando ni apanarme con la arena de la playa. Solo quiero estar en la orilla, oliendo el mar, sintiendo las olas romper en las rocas. Nunca me pareció tan irónico como hoy, que extrañaría al señor de blanco que promocionaba sus productos comestibles por unos cientos de pesos. Que alguien me salve, por favor...
martes, 5 de febrero de 2008
I need marine breeze
Sirvió la sopa Martín Quincampoix a las 17:17:00
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